El sector Hípico Español está muy atrasado con relación al resto de los países de nuestro entorno europeo, y sin embargo, las oportunidades y fortalezas son muy elevadas. Como ejemplo de lo anteriormente referido, pueden observarse los datos de Francia que publica el Ministerio de Agricultura, a través de los Harás Nacionales referentes al año 2006: flujo Financiero, 10.000 millones de euros; empleos directos, 67.000, con un aumento anual del 2%; 43.500 ganaderos de equinos; 55.000 caballos nacidos cada año; 1.500.000 jinetes y amazonas, de los cuales 524.000 están federados.
Los datos de Francia pueden ser extrapolados proporcionalmente a países como Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Bélgica, Suecia, Irlanda, que igualmente disponen de una gran industria del caballo, generadora de empleo y riqueza. Este sector, además, les proporciona a los citados países numerosos éxitos deportivos, porque disponen de una cría caballar selectiva y también de escuelas de equitación desde la base. De su abundante cría se seleccionan los mejores productos para el deporte de alta competición, que es una minoría, de ahí sus elevadísimos precios, y el resto de la producción, es utilizada para el deporte a otros niveles inferiores, quedándose la mayoría, entorno al 70%, para el paseo, el turismo rural y otras actividades de ocio.
El otro pilar fundamental del sector hípico lo constituyen las escuelas, y especialmente las de equitación de base. No es comprensible que en nuestros pueblos, en los que se han potenciado muchos otros deportes de base, no se haya atendido a los hípicos, y a la cantidad de actividades que se pueden desarrollar alrededor del caballo, como la equitación terapéutica, el turismo rural y otras en contacto con la naturaleza. Es una lástima no aprovechar los recursos y dar mayor utilidad a las numerosas instalaciones hípicas privadas que existen en casi todos nuestros pueblos, y que los niños de esos municipios que lo deseen, tengan la oportunidad de practicar la hípica, entre las actividades deportivas que se ofrezcan en horario extraescolar.
Desde hace años, esta necesidad se viene manifestando por diferentes medios, y por ello se nota o aprecia una mayor receptividad, sobre todo en algunas administraciones publicas, pero hace falta un mayor y más rápido desarrollo para que esta industria se ponga en marcha, y con más intensidad en zonas rurales, porque en ellas, los gastos de pupilaje de los caballos son muy inferiores, en contra de lo que pueda parecer, si se tiene en cuenta el bajo precio de los cereales, del heno o la paja.
Pero además es necesario significar el hecho de que alrededor del caballo, las personas generalmente son más felices, debido a un vínculo, relación o feeling que se establece entre la persona y el équido. En dicho vínculo está basada la equitación terapéutica. Pero no es solamente un tratamiento para las personas con determinadas discapacidades, sino que favorece y beneficia también a la salud de todas las personas que tienen contacto con los caballos y los équidos en general.
Los países anteriormente referidos, han conseguido una cría caballar muy competitiva, entre otras consideraciones, porque hay muchas familias que viven en el campo, porque les gusta ese entorno y en general son amantes de la naturaleza. Las administraciones publicas les facilitan servicios y apoyos, muchos de ellos tienen dos o tres yeguas de cría, de buena calidad genética para el deporte, y su producción les supone un complemento nada desdeñable a su renta anual. Los hijos de esas familias, así mismo, en sus poblaciones más cercanas, disponen de escuelas de equitación, y monitores con conocimientos adecuados, en igualdad con otros deportes.
Estos países, también tienen sistemas rigurosos de selección de su producción caballar desde hace años, afortunadamente puestos en marcha en España a partir del año 2004, a través de la creación del Ciclo de Caballos Jóvenes de las tres disciplinas olímpicas: Doma, Salto y Concurso Completo de Equitación, (CCE), con la financiación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, habiéndose producido un importante crecimiento en calidad y cantidad de los binomios participantes, especialmente en CCE, disciplina espectacular, sobre todo por la prueba de campo a través o cross. Esta disciplina está creciendo el todo el mundo, porque resulta muy divertida para los jinetes y amazonas y muy vistosa y atractiva para los espectadores.
La puesta en marcha de los ciclos de caballos jóvenes, supone disponer del mejor, más eficaz y objetivo sistema de selección de la producción caballar española de todas las razas y como tal herramienta de selección debemos mantenerla y apoyarla.
Las Federaciones Hípicas también juegan un papel muy importante en el sector, sobre todo en la organización deportiva de competiciones de las diferentes disciplinas, que permiten seleccionar a los mejores binomios nacionales, y su trabajo debe ser eficiente y objetivo.
Por todo ello, y convencidos de la importante fuente de generación de empleo del sector hípico español, del desarrollo económico, social y deportivo, así como de las ventajas para las personas y los beneficios para el entorno rural, desde la Fundación de Equitación de Base, (FEBA) queremos aportar nuestro granito de arena, ofreciéndonos en la mediada de lo posible, para asesorar a todas aquellas entidades publicas y privadas que deseen fomentar las actividades hípicas en su entorno, especialmente en la edad escolar y en el plano formativo.
En estos tiempos en los que todos debemos aportar algo para paliar el desempleo y contribuir a potenciar la economía, la industria del caballo y todas sus ventajas referidas, es uno de los motores que ayudan en este sentido, como efectivamente está ocurriendo en los países de nuestro entorno europeo.
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