
La próxima semana van a coincidir en la provincia de Sevilla, con apenas 20 kilómetros de diferencia entre ellos, dos salones monográficos del caballo de pura raza española:
Sicab y
Ficcar.
Mientras Sicab alcanza este año su edición número 19, casi siempre en torno al tercer fin de semana de noviembre, Ficcar se estrena. Sicab es el "
Salón Internacional del Caballo", Ficcar la "
Feria Internacional del Caballo de Carmona".
Sicab está organizado por la Ancce,
Ficcar por la Yeguada Torreluna, propiedad del ganadero sevillano Luis Castel.
Los dos tienen como referente al caballo P.R.E.
Una vez hecha esta introducción dejémonos del lenguaje "Barrio Sésamo" y vayamos al lío.
Resulta incomprensible, surrealista e inaudito el "silencio" que se mantiene en el mundo oficial del PRE con relación a la aparición en escena del FICCAR, una feria de la que veníamos oyendo hablar en diversos mentideros desde hace algunos meses pero de la que oficialmente nada se ha sabido hasta que en el último mes una campaña publicitaria exhaustiva de cuñas audiovisuales y vallas publicitarias la ha dado a conocer ante la ciudadanía. Una campaña que irá a más durante esta semana y, especialmente, durante la de su celebración.
Si alguien se molesta en darse una vuelta por
la web de Ficcar comprobará que lo que va a nacer es un certámen con las mejores palabras del mundo, revestido de solidaridad y de beneficiencia, que trae las bendiciones del Ayuntamiento de Carmona y de la mismísima Pilar de Borbón. Además de eso, si echa un
vistazo al programa, se dará cuenta de que Ficcar no solo es una seria amenaza para las noches de Sicab (en franca decadencia desde hace unos años) sino para cualquier establecimiento nocturno de Sevilla.
¿Qué nos sugiere todo esto?
En primer lugar que ANCCE cree que cualquier manifestación oficial sobre Ficcar sólo servirá para darle más publicidad al salón de Carmona. No se explica de otro modo el mutismo absoluto desde la asociación de ganaderos sobre un certámen que -independientemente de la mayor o menor amenaza que pueda suponerle- origina, como mínimo,
confusión entre el público que habitualmente asiste a este tipo de salones. En torno a 250.000 personas para ser más exactos, según las últimas cifras de Sicab.
Por su parte Luis Castel, propietario de la
Yeguada Torreluna e impulsor de Ficcar, ha cumplido lo que todos pensábamos que haría tras su
exclusión temporal durante 6 años de ANCCE: no quedarse de brazos cruzados. No han pasado ni dos años desde los episodios que provocaron la mayor crisis en la historia reciente de ANCCE -salida de su presidente, Don José Palma, incluída- y ya tenemos el órdago a la vista: hacer un salón paralelo al Sicab, en las mismas fechas exactas y con una oferta de ocio y especialmente diversión muy superior a la que pueda ofrecer el primero. Y cuentan en Sevilla que, sin el menor disimulo, hasta podría haber autobuses-lanzadera desde las inmediaciones del Palacio de Congresos de Sevilla para trasladar a quien lo desee, y gratuitamente, hasta Ficcar.
Castel, en su afán de revestir de normalidad "su" salón, ha sabido colocarse bajo el paraguas muy políticamente correcto de la solidaridad y la beneficiencia, y ganarse
bendiciones como las de la protección de un ayuntamiento como el de Carmona y una madrina del calibre de Doña Pilar de Borbón, ex-presidenta de la FEI. Cuidado que no se trata de ninguna tontería. Sus concursos morfológicos serán todo lo no oficiales que se quiera y, de hecho, no hay ninguno en el programa de Ficcar, pero la oferta de ocio que plantea, sorteos de potros incluídos, es inigualable. Además, alguien tan inteligente como él en la faceta empresarial no ha descuidado un asunto crucial: el de la publicidad. El porqué es muy sencillo: ningún medio de comunicación con fuerza efectuaría una crítica -mucho menos lanzaría una campaña- contra Ficcar y su razón de ser jugándose una suculenta cantidad de ingresos publicitarios con la que está cayendo. Y así son las reglas del juego. Una jugada maestra.
¿Que debe hacer ahora el público? Guiarse por su instinto, eso lo primero. Pero vuelvan a mirar con afán de curiosidad la encuesta que desde hace un tiempo tenemos en el blog con una pregunta muy directa: ¿
para qué va usted al Sicab?. Observen las respuestas y reflexionen.
Cuidado, que de éxito también se muere.